–DISFONIA DEL CANTANTE O DISODEA.
La patología de la voz cantada merecería amplias profundizaciones, ya que son múltiples las afecciones que se detectan en el caso de los interpretes, a sea de modo profesional o amateur.
Los problemas que se plantean son muy diferentes según se trate de profesionales o aficionados, de niños o adultos, arte lírico, jazz, variedades, etc., y según que el accidente sea agudo y aislado o existan alteraciones duraderas o reiterativas.
-El Accidente AGUDO.
Corresponde al clásico problema de la alteración vocal brusca que aparece el día anterior a la representación o incluso escasas horas antes de aquélla. Como causa de esta disfonía (que a veces puede llegar a la afonía), cabe encontrar causas infecciosas, maltrato vocal, factores psicológicos relacionados con la representación (intranquilidad, insatisfacción, conflictos profesionales), fatiga general, etc.
Es necesario decidir entonces si un tratamiento urgente con antibióticos, antiinflamatorios por vía general o en aerosol, la relajación o incluso la sofrología son capaces de salvar o no la representación. En el caso que exponemos a continuación, me decidí a tratar el problema de base, consiguiendo así una notable mejoría de la disfonía, asi como de la resistencia vocal.
El tratamiento de la Disfonía funcional del profesional consiste principalmente en reeducar malos hábitos de respiración, fonación e impostación. Entendiendo como respiración; la cualidad o mecanismos que hace posible la fonación tras el aire espirado de los pulmones al entrar en contacto con el tracto laríngeo donde se halla la glotis y alberga lo conocimos como » cuerdas vocales». Para su correcta rehabilitación nos apoyaremos en el diafragma.
La fonación es el mecanismo mediante el cual emitimos los sonidos de nuestra lengua y para ello no debemos hacer uso del esfínter laríngeo ya que provoca daños patológicos tales como nódulo, pólipo, edema…
La impostación consiste en colocar los órganos bucofonatorios aptos para emitir (fonar) de modo que el aire expedido, fluya sin interrupciones produciendo así los sonidos correctos.
A continuación os quiero poner el caso de una paciente que sufría este tipo de disfonía. En el caso de Carmen, la desesperación por este tema, le había forzado a dejar su afición por la jota. Gracias a las terapias aplicadas, Carmen ha vuelto a retomar con ilusión sus clases de canto.
Antes de despedirme, quería dar las gracias a Carmen, por su colaboración para este artículo.